top of page

¿Qué sentido tiene la vida?

Actualizado: 9 feb 2023

Estamos ante una de las preguntas más antiguas y de más trascendencia de la historia de la humanidad. Todas las religiones y filosofías, y, por tanto, todas las civilizaciones, se han creado y alzado en función de cómo se ha respondido a esta pregunta.


Estamos viviendo, en la sociedad occidental actual, una profunda crisis en la que ya no hay una respuesta colectiva satisfactoria a esta pregunta, entonces cada uno se tiene que hacer responsable de responder a esta cuestión con sus propios recursos. Creo que parte de los problemas de salud mental que vemos en la actualidad derivan del poco acierto en la respuesta a esta pregunta. La sociedad, en general, contribuye poco a crear un sentido de la vida ajustado a la realidad, sano y estable.


El surgimiento de la ciencia y el progreso cultural y económico de la sociedad occidental ha desmoronado completamente la fe en una religión o en una filosofía unitaria. Antes de eso, los hombres, mujeres y niños nacían y crecían con un sentido del mundo, de los acontecimientos, de su vida y de la vida de los demás ya establecido. No tenían que buscarlo de manera individual, porque les venía dado de manera colectiva.


Ahora, con una religión muy poco arraigada y una sociedad fervientemente individualista, cada uno tiene que buscar a qué aferrarse. Y es ése no saber a qué aferrarse o qué sentido darle a todas las situaciones vitales lo que está provocando, en parte, una crisis de salud mental global.


¿Significa esto que estábamos mejor antes, que es mejor estar aferrado a una religión para darle sentido a nuestras vidas? No necesariamente, y es lo que vamos a ir desgranando ahora.


Creo que es necesario darle a nuestra existencia un sentido que vaya más allá de nuestra propia vida individual. En realidad, no es DARLE un sentido, es que el sentido ESTÁ o se REVELA cuando trascendemos nuestra propia casita de vida particular.


En un contexto de fe profunda , nuestra vida tiene sentido porque está enmarcada dentro de un gran puzzle colectivo, en el que nosotros somos una pieza que encaja con las otras y que está dirigida por un ente superior, que mueve estas piezas con algún tipo de sentido o de propósito.

Eso quiere decir que sentimos que las cosas tienen un por qué y sobre todo un para qué, ya que están orientadas a un fin último que sería nuestra mejora, nuestro aprendizaje, nuestra felicidad. Se pueden soportar las desgracias de la vida porque entendemos que son una de las piedras en el camino que nos lleva a la felicidad, a la liberación, al cielo o como queramos llamarlo. Entendemos la infelicidad como algo necesario para llegar, más tarde, a un sitio mejor.


Por una parte, esta visión del mundo y de la vida nos ofrece un gran soporte, una balsa a la que agarrarnos para poder sobrellevar las adversidades y para poder recorrer nuestro camino con la certeza y tranquilidad de saber por qué estamos donde estamos, para qué, cómo me tengo que comportar en esta vida y qué me voy a encontrar después de la muerte.

Por eso creo que es muy importante defender y respetar profundamente todas las profesiones religiosas y las personas que creen en ellas. Si la fe ha ayudado y ayuda a millones de personas a formarse un sentido de sí mismas, de la vida, de la muerte y de su ética comportamental, creo que deberíamos estar contentos por ello.


Por otra parte, siento que la fe en los dogmas nos puede constreñir y restringir nuestra visión del mundo, de nosotros y de otros . Estamos atados a un marco concreto, a una ética muy particular y dictada por otros y a un sentido de la vida y de la muerte muy estrecho. Y el mayor problema que le veo a esto es que muchas veces este marco, esta ética y esta percepción del mundo no se corresponden con nuestra verdadera naturaleza como seres humanos y de alguna manera, limitan nuestro potencial, nuestra sabiduría y, por tanto, nuestra felicidad.


Dicho esto, creo entonces que esta ruptura con la religión y las teorías filosóficas, este limbo en el que nos encontramos actualmente en la sociedad occidental, puede, si se usa bien, transformarse en una oportunidad maravillosa para encontrar realmente un sentido a la vida más ajustado a la realidad y en armonía con nuestra propia naturaleza. Porque de alguna manera estamos liberados de dogmas, de fe, estamos fuera de un marco rígido y podemos escoger hacia dónde dirigimos nuestras vidas y con qué sentido.



¿Qué podemos hacer, entonces, para aprovechar la oportunidad y dotar de un sentido real y profundo a nuestras vidas?


Bueno, vamos a ver primero qué es lo que vamos equivocadamente buscando y lo que NO debemos hacer.

Esa sensación a la que se enfrentan tantas personas en muchos momentos de sus vidas de no encontrar un sentido real a sus vidas, está directamente relacionado con nuestro ego y con las miras tan estrechas que tenemos.


Nuestra vida, por sí misma y para sí misma, no tiene ni va a tener ningún sentido nunca.


Ni alcanzar nuestros sueños, ni tener una vida exitosa ni un cuerpo maravilloso, ni lograr el trabajo o la familia soñada ni vivir rodeado de placer, belleza, confort y comodidad. Nada de eso que tanto perseguimos va a sostenernos ni a darnos, a largo plazo, la sensación de que estamos donde tenemos que estar y de que la vida tiene un sentido real y profundo. Si nos atenemos a eso, si pensamos que la vida es eso, perseguir nuestra propia felicidad a través de experiencias mundanas, entonces vamos a estar contínuamente preguntándonos para qué estamos aquí, qué sentido tiene la vida que tenemos y qué sentido tiene vivir para después morir y desaparecer.


¿Qué da sentido, entonces, a nuestra vida?


Nuestra vida tiene sentido en la medida en que nos EXPANDIMOS. Solemos ver nuestra vida de manera muy limitada, como si se ciñera a nuestra mente y nuestro cuerpo y ya está. Pero no es así, y entender eso y actuar en consonancia con eso es la única manera de dotar de sentido a nuestras vidas. Todas las acciones que hacemos, todo lo que decimos, tiene impacto en los otros y crea y moldea a todos los demás, de manera que nuestro ser impregna a todos los otros seres y nuestra vida se expande y abarca a muchísimas otras personas. Podemos llevar felicidad a muchas personas de nuestro alrededor, podemos ser un cambio realmente importante en la vida de otros. Eso es lo que da sentido a nuestra vida.


Porque cuando estamos enfocados en llevar felicidad a los otros, sentimos que eso es importante, que eso ya es una buena razón para existir. Cuando nos encontramos con esa sensación, ya no cabe plantearse o ya no hay razón para plantearse por qué estamos aquí en este mundo con esta vida. Da un poco igual lo que haya después de la muerte o lo que haya habido antes. Porque lo que estamos haciendo ahora tiene un sentido profundo.


Sea por lo que sea, estamos aquí compartiendo la vida en este momento con muchos otros seres, y la razón de nuestra existencia es hacer que este momento sea feliz para ellos, todo lo feliz que podamos.


No he oído ni leído a nadie que explique esto mejor que Ogyen Trinley Dorje, y por eso quería poneros unos textos de su libro, El Corazón es Noble, para que se entienda mejor y en mayor profundidad:


“Nuestra vida puede parecer sin sentido cuando pensamos en ella de una manera limitada, fijándonos sólo en lo que está ligado directamente a nosotros. [...] Pero cuando veo mi existencia como algo expansivo, y constato que podría ser capaz de llevar algo de felicidad y alegría aunque fuera a una sola persona, sé que mi vida tiene sentido real”.


“El sentido de tu vida no procede de ti como individuo separado. Procede de ti, pero solo a través de la relación con los otros. De esta manera, las interrelaciones pueden darle un gran sentido a tu vida”


Por esa razón, para muchas personas tener hijos dota de gran sentido a la vida. Porque sales de tu propia individualidad para centrar tu vida y tus esfuerzos en hacer felices a otras personas, y no hay nada que dé más felicidad y más sentido que eso.

Obviamente no hace falta tener hijos para encontrar un sentido a nuestra vida, todos tenemos relaciones interpersonales en las que podemos influir enormemente y muchas acciones con las que podemos suponer un cambio para otros seres. Cada persona debe valorar qué es lo que puede hacer con la vida que tiene y con lo que siente que quiere y debe hacer. Habrá quien se centre más en sus relaciones familiares, habrá quien entregue su vida a beneficiar a otros seres, humanos o animales y luchar para liberarles del sufrimiento en la medida en la que pueda. Habrá quien luche por la causa medioambiental para poder convivir en armonía con la naturaleza y con los demás seres del planeta. Cada persona tiene unas capacidades, objetivos y gustos distintos y sus circunstancias son distintas, por lo que es trabajo de cada una ver dónde estamos influyendo o dónde podemos llegar a influir y tomar una parte activa en eso, aportando felicidad a lo que nos rodea.


No todos vamos a ser los abanderados de un gran cambio en el mundo, no es ni posible ni deseable. No tenemos que ser Nelson Mandela, Gandhi o Jane Goodall para poder encontrar sentido a la vida. Si dentro de nuestro pequeño círculo de seres, podemos ser una causa de felicidad, eso ya es una gran huella en el mundo que se expandirá, llegando a miles de rincones del planeta y perdurando por mucho tiempo. Como dice el XVII Karmapa, sólo con llevar un poco de felicidad a una persona, nuestra vida ya cobra un sentido real.


El sentido de la vida se revela, entonces, cuando salimos de nuestra pequeña burbuja, nuestras metas y deseos personales y nos damos cuenta de que nuestra vida es expansiva, de que no acaba en los dedos de mis manos ni en los dedos de mis pies, sino que abarca a todos los seres que toco, que hablo, que pienso. Cuando siento esa interrelación, cuando siento que, en realidad, somos un conjunto y que lo que yo hago afecta enormemente ese conjunto, y sobre todo cuando actúo en consecuencia aportando amor, paz, justicia y felicidad…entonces, la vida tiene sentido.


Acabado ya el artículo, quiero comentar una cosa que creo que es importante aclarar:

Puede parecer contradictorio que desde una perspectiva budista hable de las religiones como si fueran una cosa aparte del budismo, y no lo meta dentro de ese saco, para después proponer un método más ajustado a la realidad para darle sentido a nuestra vida pero que parta de las enseñanzas budistas. Éste es un tema en el que podríamos extendernos muchísimo, pero no es mi intención ahora, por lo que sólo voy a dar mi opinión brevemente para que se entienda un poco esta postura.

No veo realmente al budismo como una religión, lo siento más como una ciencia de la mente, de la realidad y como una filosofía de vida. El budismo no cree en un ente superior, no marca un destino o un propósito último a todo lo que nos acontece en la vida, al contrario que todas las otras religiones. El budismo es, de hecho, bastante desolador en ese aspecto y no deja mucho a lo que agarrarse. Pero nos enseña la realidad y nos da las herramientas para comprenderla y poder ser más felices y llevar la felicidad a todos los otros seres.


Esto es como lo veo yo, claro. Otras personas pensarán que lo que yo siento no es más que fe, fe ciega en una religión igual que otros la tienen hacia el cristianismo o el islam. Y está bien, puede que sea así. Hay que tener claro que no existe la verdad absoluta y lo que yo digo es en base a lo que siento y pienso, pero no es ni tiene que ser así para todo el mundo, por supuesto. Así que, como digo siempre, investiga y opta por lo que más te resuene en el corazón, creo que todos tenemos una sabia intuición que nos dice cuándo estamos cerca de algo que esté en consonancia con nuestra verdadera naturaleza.


 
 
 

1 Comment


Guest
Nov 05, 2023

COMO DESARROLLAR CONCIENCIA ESPIRITUAL

con el patinete eléctrico


1- velocidad aconsejable 20 kms

2- aceleraciones suaves y progresivas, igual máxima comodidad y seguridad

3- ceder el paso a todos los peatones posibles en tú trayecto, igual a máximos actos de conciencia

4- agradece a los conductores que te ceden el paso, igual a educación espiritual

5- tu relajación y evolución será progresiva a más tiempo más actos de conciencia, igual a pura inteligencia.

Like

Recibe los nuevos artículos en tu email

¡Gracias por tu mensaje!

  • Instagram
bottom of page